Igniter Knowledge Center

SCRUM y Agile en grandes empresas: ¿cómo lograr la colaboración y alineación de objetivos en tiempo record?

Cuando Laura, Directora Comercial de una gran empresa de servicios B2B que factura aproximadamente $2,700 MMDP, decidió implementar un nuevo modelo comercial, notó que  la adopción a los nuevos procesos estaban tardando más de lo esperado. Su equipo con sesgo de prácticas y los nuevos procesos no lograban que fueran parte de su día a día, y tardaba semanas en ejecutarse. Las juntas se alargaban, los equipos esperaban aprobación para todo y cualquier ajuste se perdía en el camino. Estaba decidida a cumplir el objetivo, pero se dio cuenta de que el verdadero obstáculo no era la estrategia, sino la forma en que trabajaban.

Buscando una solución, escuchó hablar de SCRUM y metodologías ágiles. Al principio creyó que eran solo para equipos de tecnología, pero pronto entendió que su poder estaba en algo mucho más profundo: transformar cómo las empresas piensan, operan y se adaptan a lo inesperado.

 

El problema de operar con rigidez en un mundo que exige agilidad

Empresas grandes y pymes enfrentan el mismo desafío: quieren crecer, pero sus estructuras internas no se lo permiten, ya sea porque “así se ha hecho siempre” o porque es difícil desarraigar el modus operandi.
Entre aprobaciones eternas, jerarquías complejas (formales e informales) y procesos pesados, terminan perdiendo velocidad, foco y energía. En vez de avanzar, se siente cada paso más lento.

Esto no solo frena el ritmo de crecimiento, también impacta directamente en la rentabilidad y el ánimo del equipo.
Y lo más importante: te hace perder oportunidades frente a competidores más rápidos y adaptables.

La clave: adoptar una mentalidad ágil en toda la empresa

¿Y si en lugar de tardar meses, pudieras ejecutar, medir y ajustar en semanas?

Eso es lo que permite SCRUM como metodología, y el enfoque Agile Enterprise como modelo de negocio: estructurar a tu equipo para que actúe con enfoque, aprenda rápido y entregue valor constantemente.

No se trata de improvisar, sino de crear una organización más inteligente, que avanza en ciclos cortos, valida resultados, y mejora cada vez más.

Aquí te compartimos cómo empezar a aplicar este enfoque de forma práctica:

 

1. Organiza tu trabajo en ciclos cortos y enfocados

SCRUM propone trabajar en “sprints” de 1 a 4 semanas, con metas claras, entregables definidos y revisiones constantes.
Esto ayuda a evitar el clásico “nos tardamos seis meses y no sabemos si va a funcionar”.

Pregunta clave:

¿Tu equipo tiene objetivos concretos por semana o solo trabaja con listas interminables de pendientes?

 

2. Empodera a tus equipos con autonomía real

En una empresa ágil, los equipos no solo ejecutan, también toman decisiones, proponen soluciones y aprenden de los errores.
No necesitas más supervisión, necesitas más claridad y confianza para que cada célula funcione con independencia.

Pregunta clave:

¿Tu equipo espera aprobación para cada paso o tiene espacio para actuar y resolver?

 

3. Prioriza lo que genera valor, no lo que siempre se ha hecho

El enfoque ágil se basa en un backlog: una lista priorizada de iniciativas que realmente impactan al cliente o a la operación.
Significa dejar de hacer “por hacer”, y empezar a decidir con base en valor, impacto y aprendizaje.

Pregunta clave:

¿Qué porcentaje del trabajo actual de tu empresa realmente aporta valor directo al negocio?

 

4. Mejora de forma continua con retroalimentación real

Cada sprint cierra con una retrospectiva: ¿qué funcionó?, ¿qué se puede mejorar?, ¿qué haremos diferente?
Este ciclo de mejora constante es lo que permite a las empresas ágiles ajustarse más rápido que su competencia.

Pregunta clave:

¿Tu equipo tiene espacios frecuentes para reflexionar y ajustar su forma de trabajar?

 

Errores comunes al intentar “ser ágiles”

  • Implementar SCRUM como una receta sin entender su lógica
    Hacer dailys no te hace ágil. La agilidad viene del cambio cultural, no del formato de reunión.

  • Pensar que esto solo aplica a tecnología
    Lo ágil funciona en marketing, operaciones, desarrollo de producto y hasta en finanzas. Es transversal.

  • Mantener estructuras de control mientras intentas ser flexible
    Si todo sigue pasando por aprobación de dirección, no hay agilidad real.

 

Igniter: tu aliado para construir una empresa ágil desde la raíz 🚀

En Igniter ayudamos a empresas a transformar su forma de operar con metodologías ágiles, desde lo estratégico hasta lo operativo.
No se trata solo de hacer SCRUM. Se trata de rediseñar tu empresa para que avance con velocidad, enfoque y autonomía.

A través de talleres prácticos, definición de roles, diseño de células ágiles y acompañamiento real, hacemos que la agilidad funcione en tu día a día, no solo en un manual.

¿Estás listo para crecer con velocidad y estructura?

👉 Escríbenos. En Igniter te ayudamos a convertir tu empresa en una Agile Enterprise, capaz de adaptarse, escalar y liderar el cambio.

disciplina operativa
disciplina operativa

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *